INSPIRACIÓN INSPIRACIÓN La intuición al servicio de la gastronomía La eslovena Ana Roš fue nombrada la mejor chef del mundo en 2017 y su restaurante cuenta con tres estrellas Michelin rojas y una verde. Un retrato de una mujer profundamente arraigada que crea platos sorprendentes y que nunca ha dejado de aprender. Con los pies en el suelo: la eslovena vive en la montaña, tan solo un piso por encima de su restaurante con estrellas. Fotos: Suzan Gabrijan En el extremo más alejado al noroeste de Eslovenia se encuentra el valle del río Soča, un idílico emplazamiento con colinas densamente boscosas, aromáticos aires de montaña y majestuosos paisajes alpinos. Con buen tiempo, la vista alcanza hasta Austria y Croacia. La frontera italiana está a tiro de piedra. Aquí, en el municipio de Kobarid, junto al arroyo, encontramos una sencilla casa que parece enmarcada por un jardín con árboles frutales y huertos de hierbas aromáticas. Ana Roš, una de los mejores chefs del mundo y una de las caras más conocidas de su pequeño país natal, dirige en este lugar más bien discreto un restaurante gourmet: el «Hiša Franko». Hasta hace muy poco, esta autodidacta no habría podido imaginarse que, algún día, tres estrellas rojas Michelin, más una verde por su sostenibilidad, podrían acompañar al nombre de su restaurante. Y es que Ana Roš ni siquiera cuenta con una formación culinaria clásica. No obstante, la Guía Michelin le concedió este honor en 2023. Y eso que fue el azar, y un toque de valentía, lo que llevó a Ana Roš a convertirse en cocinera. ¿La historia? Hace más de 20 años conoció a su actual expareja, Valter Kramar, en la fonda que los padres de este regentaban, ya por aquel entonces, bajo el nombre «Hiša Franko». Valter debía hacerse cargo del restaurante, pero no podía hacerlo solo. «Como tantas otras mujeres, hice más caso a mi corazón que a mi cabeza», afirma, echando la vista atrás. Así, Ana, quien entonces tenía 30 años, decidió quedarse y comenzó a cocinar sin siquiera contar con experiencia previa trabajando en un restaurante. Los primeros años fueron un verdadero desafío. Y es que Ana solo conocía algunos platos tradicionales. Pero no se dejó distraer, simplemente se puso a ello y probó su suerte. Seguirían muchos años de experimentación. Muy pronto fue capaz de sorprender al sector de la crítica gastronómica con sus creaciones más refinadas. En 2016, Netflix le dedicó un episodio de la serie «Chef’s Table» y, en 2017, fue nombrada «mejor chef del mundo» por The World’s 50 Best Restaurants. El resto es historia. Con la atención internacional puesta en ella, luchó hasta llegar a la cima del mundo gastronómico. La ambición siempre ha sido uno de los fuertes de Ana Roš, algo que le permitió alcanzar grandes metas: en su juventud llegó a integrar la selección nacional yugoslava de esquí. Más tarde quiso iniciar la carrera diplomática, llegando a estudiar Relaciones internacionales y Diplomacia, haciéndose con su título y llegando a tener ante sí una prometedora carrera en Bruselas. Pero el destino tenía otros planes para ella. Contrastes que sorprenden Ana Roš se describe a sí misma como apasionada, y también terca, algo que admite con una sonrisa encantadora. Su cocina es intuitiva, creativa y marcadamente regional. Siempre confía en su instinto y sabe respetar la historia culinaria y las tradiciones de su región. Su misión es transformar y modernizar los platos eslovenos, preservando, al mismo tiempo, sus peculiaridades culinarias. «La cocina regional para mí significa estar en una montaña y poder ver todos los lugares de los que vienen mis ingredientes». Lo que más le gusta es el tomate. Pero también siente predilección por el queso Tolminc, «un maravilloso producto de esta región», producido por los agricultores del Alto Valle del río Soča, así como por la trucha del Soča. 18 REVISTA BORA REVISTA BORA 19
